La contraposición de los cambios en las lógicas territoriales del conflicto armado en el sur del país con los paradigmas de las nuevas guerras permite concluir que se trata de una vieja guerra en un nuevo contexto. Un viejo conflicto que hunde sus raíces en los problemas de las zonas campesinas de colonización periférica que son aprovechados por la opción voluntarista de grupos jacobinos, inspirados por ideologías marxistas leninistas, que se insertan en los territorios de colonización de campesinos cocaleros, en las zonas de frontera con los países vecinos y en los accesos al Mar Caribe y el Oceano Pacífico.