La sordera afecta a uno de los aspectos sustanciales de la condición humana: la capacidad de comunicarse. Es una condición que trae consigo introversión y aislamiento, y que por tanto puede tener consecuencias psicológicas graves. El progresivo envejecimiento de la población y la práctica, sobre todo entre los más jóvenes, de usar dispositivos musicales con un volumen atronador, plantean un futuro en el que el porcentaje de la población afectada aumentará notablemente. Así, la relevancia social de esta dolencia hace necesario que nos acerquemos a ella para intentar comprenderla mejor.