Este libro surge como resultado de la investigación doctoral “La lucha campesina como forma de vida. Colombia 1850-2015”, realizada por Andrea Cely Forero. En ella se concluye que, desde una mirada de largo plazo, es necesario reconocer que la lucha campesina no sería posible sin los esfuerzos llevados a cabo desde el hogar, las organizaciones campesinas y las protestas. Son estas tres prácticas las que permiten subvertir la relación con los hacendados, defender la economía campesina, sostener durante semanas distintos tipos de protesta y mantener activas estructuras organizativas.