desde 2007 se han destruido 3,8 millones de empleos en españa. se suman a los casi dos millones de parados que había en los años de crecimiento, efecto de un modelo productivo que siempre mantuvo altas tasas de paro y que, cuando creaba empleo, era temporal y de bajos salarios. la llamada crisis ha tenido un dramático coste en desempleo, agravado por la política europea de austeridad y recortes. los economistas ortodoxos sostienen que la solución pasa por más desregulación y más devaluación salarial.
frente a ese pensamiento todavía hoy dominante, los autores proponen una altenativa que reúna dos condiciones: que sea viable y que surja de la ciudadanía, que tenga apoyo social para hacerla posible. es urgente reducir el paro, pero no al precio de más precariedad y desigualdad, sino avanzando a la vez hacia un modelo productivo más justo, con soberanía económica, ecológicamente sostenible, igualitario y basado en el reparto del trabajo y la riqueza.