Es una vieja historia, y cuando digo vieja
quiero decir nuevísima, quiero decir
que está pasando ahora y esperándome
en todos los rincones del futuro.
Algo se abrió, primero.
Entonces acá estoy, mi cara muda,
como el que va empapándose
de una lluvia invisible.
Afilo mi armadura y mi caballo
para que sean siempre fieles
al corazón que nace si me quito.
A través de los días y mi sangre.
A través de mi sangre,
mis labios y mi lengua.