La creciente banalización del arte y la literatura, el triunfo del amarillismo en la prensa y la frivolidad de la política son sín tomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la suicida idea de que el único fin en la vida es pasárselo bien. En el pasado, la cultura fue una especie de conciencia que impedía dar la espalda a la realidad. Ahora, actúa como mecanismo de dist racción y, como buen espíritu incómodo, Vargas Llosa nos entrega una durísima radiografía de nuestro tiempo y nuestra cultura. «Es te pequeño ensayo no aspira a abultar el elevado número de interpretaciones sobre la cultura contemporánea, sólo a dejar constanci a de la metamorfosis que ha experimentado lo que se entendía aún por cultura cuando mi generación entró a la escuela o a la univer sidad y la abigarrada materia que la ha sustituido, una impostura que parece haberse realizado con facilidad, en la aquiescencia g eneral». Mario Vargas Llosa