Resumen | Persistencias. Un herbario de viaje reúne fotografias, una crónica y un grupo de poemas sobre plantas que crecen en aceras y planchas de cemento armado, fachadas, campanarios, pavimentos, cables de alumbrado, estructuras metálicas, esca-las de granito, lugares inertes, sin agua, sin tierra ni seca ni blanda. Cada lugar el contrasentido biológico de una planta. Cada planta en estado de contradicción vital permanente. Nadie las sembró. Nadie las atiende, sino ellas mismas. Como nada se espera de ellas, todos las ignoramos y por lo mismo nadie sabe sus nombres.
Carlos Sánchez Ocampo escribe estas páginas sensibles y perspicaces como un homenaje a las plantas en general, elogiando su existencia más allá del utilitarismo en el que siem-- pre las enjaula el ser humano. En ese sentido, las fotografias que acompañan a los textos funcionan como un testimonio visual del viaje que hace el autor a través de ocho ciudades suramerica-nas, y al mismo tiempo revelan que las plantas no necesitan ser bellas (aunque lo sean), no necesitan alimentar a nadie, no nece-sitan oler bien, porque existen para sí mismas, por el sólo placer (y dolor) de existir; y así, sin haber sido invitadas, se toman las construcciones que el ser humano ha erigido.
Estamos ante una lectura imprescindible para los que quie-ren mirar con más atención a su alrededor, y notar por fin la resiliencia y grandeza de las plantas, esos habitantes silenciosos que llegaron antes que nosotros y que probablemente nos sobrevivirán. |