Diego Ordaz, desde Hidalgo, México, nos presenta un libro de recortes que muestran un realidad lacónica muy cercana a la distopía, que es tan actual y a la vez la sentimos tan lejana, como imposible. Es necesario ser conciso cuando se narra un derrumbamiento, que la prosa sea bella y brutal al mismo tiempo. Los relatos breves que conforman este libro constituyen 19 rotundas postales desde el fin del mundo.