el sector de la bioconstrucción se ha creado así mismo durante estas últimas tres décadas, creciendo y enriqueciéndose con las aportaciones y el trabajo de personas inquietas que, animadas por su profundo respeto al entorno y una gran curiosidad, se han preguntado una y otra vez cómo edificar y proporcionar un cobijo de una forma que sea respetuosa con nuestro entorno. un proceso constante de error acierto, de experimentar, de rebuscar entre las técnicas ancestrales, de utilizar el sentido común y de alejarse de los cantos de sirena que, irresponsablemente y pensando exclusivamente en los beneficios económicos, promueve la construcción convencional o sostenible.