Estos segundos ensayos en Antropología del arte siguen y amplían el trabajo iniciado en Meninas, espejos e hilanderas. Ambos libros pueden leerse de modo independiente o conjuntamente. No son partes, sino casos de una misma inquietud por entender mejor cómo nos representamos en nuestro imaginario colectivo la estructura y figura del sujeto. Si en el primer libro se estudiaba la irrupción de los valores culturales en el goce y en la creación del arte de la pintura, la poesía y la novela —con un solo capítulo dedicado al cine—, en estos ensayos el material etnográfico procede de la canción —a la que se dedican dos capítulos— y del cine, en el que se centran los cuatro capítulos restantes.