en el libro se reflexiona sobre los vínculos prístinos entre lo que hoy reconocemos como filosofía y literatura; aunque el contenido es un argumento filosófico, creo que el género ensayístico -y no el tratado filosófico- es la forma genérica más adecuada. es mi convicción que el pensamiento serio puede presentarse de manera legible, con la jerga técnica mínima y, a veces, hasta con cierta elegancia.