Este libro nos ofrece una perspectiva detallada de los vínculos entre los sistemas alimentario y financiero, ofreciendo una mayor claridad sobre este tema. Examina los mecanismos mediante los cuales los procesos de financiarización han transformado muchos elementos del sector agrícola en «clases de activos» o en campos de inversión financiera. También explora cómo las empresas agroalimentarias utilizan sofisticadas herramientas financieras para aumentar sus beneficios; documenta y explica la amplitud y formas sin precedentes de estos recientes cambios, con particular atención a las funciones desempeñadas por los diferentes actores sociales.