Lo que estamos viviendo desde la crisis financiera de 2007 no es simplemente una depresión o una recesión. Lo que estamos presenciando bien podría ser el comienzo del fin de la civilización occidental como hasta ahora la hemos conocido, con toda su maquinaria política-económica y de relaciones e intervenciones internacionales. Su inicio puede situarse hacia fines de los años sesenta del siglo pasado, cuando se da el agotamiento del keynesianismo. La era neoliberal es una respuesta a esa crisis, pero que no logró solucionarla.