muestra cómo la palabra cinéfila se ha constituido sobre la base del consumo regular del gran film, cómo su proliferación condujo a la constitución de una cinefilia académica y a la patrimonialización del gran film, cómo el consumo cinematográfico se individualizó bajo el efecto de la globalización del intercambio cinematográfico y del desarrollo de las nuevas tecnologías de internet y el dvd sobre todo, que permiten que cada uno construya su propia cinéfila.más allá de una visión catastrofista de la muerte del cine o de una celebración ingenua del mercado cinematográfico, se trata de una descripción del nacimiento de los marcos de referencia contemporáneos de la experiencia cinematográfica, de la percepción y del juicio de la calidad cinematográfica.