En el tránsito del siglo XIX al siglo XX, un influyente grupo de intelectuales conservadores impulsó y combinó múltiples prácticas culturales tendientes a estudiar y promover una lengua - pura- y -uniforme-. En este contexto, algunos de ellos recurrieron a una herramienta muy particular: la ciencia de lenguaje. Este libro reconstruye y analiza el proceso de transferencia de este saber en Colombia que se desarrolló entre 1867 y 1911, para mostrar cómo el estudio científico de la lengua se convirtió en un mecanismo que permitió a sus portadores reclamar el control sobre esta.