cuando nuestro pasado se planta en nuestro presente y crece la herida regada por el recuerdo, solo nos queda entender que hasta la cicatriz que parecía curada puede volver a doler. que tan importante es ponerse la tirita como quitarla, de vez en cuando, para tratar el recuerdo que sigue infectando la herida. cicatrices que aún duelen es un canto a la defensa de la verdad de uno mismo. alba gonzález nos habla sin tapujos de la salud mental, se enfrenta cara a cara a los fantasmas que asolan el siglo xxi, como la depresión y la ansiedad generalizada. y es que, incluso si queremos evitar afrontar la realidad que nos rodea, las cicatrices siguen estado ahí y, cuando menos te lo esperas, vuelven a palpitar.