Las reflexiones que aquí se presentan se fundamentan en la necesidad de promover el hábito de lectura por medio de estrategias que animen, interesen y diviertan; que permitan la formación literaria de nuestros jóvenes lectores desde una visión de la literatura como instrumento de crecimiento individual y vehículo de comunicación intercultural, desde el convencimiento de su poder como valioso recurso para el entendimiento y para la transformación de las relaciones sociales.