Después de casi tres décadas, Occidente se ha visto abocado a un retorno demográfico a favor del campo, pero con otras representaciones e intereses. Esta obra trata del análisis de esas emigraciones hacia zonas rurales «profundas» desde las perspectivas que brinda la antropología y la geografía social en el contexto de tres categorías: «el retorno a la naturaleza» (modo de vida austero, en armonía con la naturaleza), «el retorno al campo» (modo de vida urbano que goza de las bondades del campo) y el «retorno a la tierra» (modo de vida neo-campesina con equilibrio medioambiental).