Resumen | Este artículo es una de las radiografías más agudas e irreverentes de la cultura americana de fin de siglo, en la que se entremezclan la familiaridad, el asombro y una mordacidad descabellada.David Foster Wallace elabora en Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer una postal gigantesca basada en su experiencia en un crucero de lujo por el Caribe. Lo que a primera vista parece ser un simple viaje «para relajarse», en manos de un humor delirante y un cinismo corrosivo acabará convirtiéndose en el horror más absoluto. En la presente edición, a la crónica central le acompañan otros seis artículos de David Foster Wallace: «Deporte derivado en el corredor de los tornados», «E unibus pluram: televisión y narrativa americana», «Dejar de estar bastante alejado de todo», «Noticias bastante exageradas», «David Lynch conserva la cabeza» y «El talento profesional del tenista Michael Joyce como paradigma de ciertas ideas sobre el libre albedrío, la libertad, las limitaciones, el gozo, el esperpento y la realización humana».David Foster Wallace (Ithaca, Nueva York, 1962) era para muchos el novelista más importante de su generación. En esta colección hemos publicado La niña del pelo raro (Literatura Mondadori, 2000), Extinción (Literatura Mondadori, 2005) y Hablemos de langostas (Literatura Mondadori, 2007). En septiembre de 2008 David Foster Wallace, que sufría una fuerte depresión, se suicidó en su casa de California. |