Resumen | Crónicas de Alfredo Molano.La primera de las crónicas de este libro comienza relatando la entrada de un contingente de soldados desde Puerto López hasta Remo linos por vía fluvial. Llamado segundo contingente, la única orden que sus soldados deben cumplir es echar río arriba sin distraer se un minuto, sin girar la cabeza un instante, con los ojos puestos siempre en el río. Cuando atracan en la orilla, los mandan a d ormir sin comer y dos los muchachos deciden escaparse a buscar alimento y a hablar con los colonos, para volver a contarles a sus compañeros por qué se llaman justamente ?segundo contingente?. Apenas vieron caimanes, los soldados del primer contingente, asombr ados y atraídos, se agruparon de un lado del bote de tal manera que la embarcación se desequilibró y se volteó. Los caimanes, desp ertados por los gritos de auxilio, se metieron de inmediato en el río y devoraron al contingente entero, con armas y todo. No muy lejanas a las aventuras y desventuras de los viajeros españoles del XVI ?los territorios agrestes y la sed de oro no han variado u n ápice?, estas crónicas escritas por Molano a partir de testimonio de los propios protagonistas y de su experiencia en las tierra s de colonos, resultan tan apasionantes como desgarradoras. Con una pluma ágil y brillante, Molano nos adentra en tierras recóndit as, en un mundo en buena parte sin Estado, sin sistemas judiciales definidos, donde las normas de convivencia se imponen o espontá neamente o por la fuerza. Un mundo duro, donde sobrevivir no resulta nada fácil. (3 de mayo de 1944 -31 de octubre de 2019) Sociólogo, escritor y periodista. Autor de una veintena de libros escritos desde el relato de vida, una técnica narrativa que caracteriza su obra. A sus libros se les suman treinta años de columnas semanales en el diario El Espectador, así como artículos, reportajes, crónicas y entrevistas en diversos medios de comunicación. Creció en un escenario rural que lo hizo sensible a los problemas del campesino, un sujeto que atraviesa sus textos. Las colonizaciones campesinas, sus geografías y problemáticas se convirtieron en el lente desde el que miraba la historia del país, el cual recorrió de punta a punta en busca de relatos de personajes anónimos que protagonizaron o sufrieron los avatares de la historia colombiana. Fue profesor invitado de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos; obtuvo la máxima distinción del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar; le fue otorgado el título de doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Colombia, y murió integrando la Comisión de la Verdad, desde donde quiso poner su escucha para revelar la historia de las víctimas y el conflicto colombiano, pues su arte, más que escribir, fue escuchar. |