Bacterias que comen piedras y que viven del aire, vida en otros planetas, crecer en agua hirviendo o soportar radiaciones gamma cuarenta veces mayores que las que podrían matar a un ser humano… Aunque la vida al límite pueda parecer verdaderamente cosa de alienígenas, en realidad, como nos explica Carlos Pedrós Alió, algunos de los ecosistemas más extremos los tenemos muy cerca: en la cocina. En esta obra, además, veremos para qué sirven los metabolismos exóticos y cómo los aprovechamos para nuestros detergentes, la minería o para disfrutar el mismo placer estético que experimentamos ante una sinfonía.