Este título ofrece dos escritos de Schmitt: Teología política. Cuatro capítulos sobre la doctrina de la soberanía (1922) y Teología política II. La leyenda de la liquidación de toda teología política (1969). En el primero, Schmitt establece que el soberano personal es el único capaz de decidir sobre el estado de excepción para garantizar el orden del Estado. El segundo es la réplica de Schmitt a la postura de Erik Peterson en -El monoteísmo como problema político- (Trotta, 1999), en el que éste quería probar «la imposibilidad teológica de una ‘teología política’». Detrás del ataque contra Schmitt se escondía el momento de inflexión de 1933 y la adhesión o el rechazo a la figura del Führer.