los monjes irlandeses asentados el siglo vi en la isla escocesa de iona crearon el primer gran foco cultural de gran bretaña. no solamente enseñaron la nueva doctrina a los anglosajones, sino también a escribir con los signos latinos y, de forma indirecta, la primitiva cultura pagana de los celtas gaélicos, que llegará a identificarse con la cultura inglesa en obras tan importantes como beowulf o sir gawain y el caballero verde. a los relatos ingleses primitivos, los monjes gaélicos sabrán incorporar de forma sutil los más bellos relatos contenidos en los primitivos manuscritos celtas.