Walter Benjamin comparó las revoluciones con la fisión nuclear: un estallido capaz de liberar y multiplicar las energías contenidas en el pasado. Se trata de erupciones colectivas que destruyen el orden establecido y abren nuevos horizontes de expectativa. Son rupturas dramáticas en el continuo de la historia; pero también fábricas de utopías. En la narrativa sobre las revoluciones; la comprensión crítica ha sido desplazada demasiado a menudo por el entusiasmo ingenuo; la apología ciega; el juicio moral o la estigmatización ideológica. Enzo Traverso se aleja de estas trampas para la interpretación histórica y propone rehabilitar el concepto de revolución como una clave para entender nuestra modernidad global. Analiza los dos últimos siglos de turbulencias a través de una gran variedad de fuentes y sin seguir un orden cronológico preciso. Así; reúne los elementos intelectuales y materiales de una experiencia revolucionaria dispersa; y con frecuencia olvidada; para reelaborar críticamente el pasado a partir del montaje de ?imágenes dialécticas?: locomotoras; cuerpos; estatuas; columnas; barricadas; banderas; lugares; pinturas; canciones; carteles; fechas; vidas singulares. De este modo; aprehende las dimensiones intelectuales y emocionales de las revoluciones; depositadas en textos e imágenes; teorías y experiencias; herencias materiales y recuerdos colectivos. Trabajar con el pasado es esencial para navegar las agitadas aguas del presente y alimentar una nueva imaginación política para el siglo xxi: ?Si las revoluciones de nuestro tiempo deben inventar sus propios modelos; no pueden hacerlo en una tabula rasa o sin dar cuerpo a una memoria de luchas de tiempos idos; sus conquistas y también; más frecuentemente; sus derrotas. Este es; desde luego; un trabajo de duelo; pero también un entrenamiento para nuevas batallas?.