Después de un régimen de control de cambios muy rígido que se mantuvo hasta 1991, la nueva regulación de cambios internacionales ha procurado flexibilizar las transacciones en moneda extranjera manteniendo controles que ha considerado necesarios para facilitar el objetivo de preservar la capacidad adquisitiva de la moneda. Esta obra analiza la regulación de cambios internacionales vigentes y se detiene, de manera especial, en los principios que la guían, explicando las motivaciones que llevaron a las autoridades económicas a su expedición y reformas a través de los años.