La irrupción de las revueltas árabes, que inundó los medios de comunicación hace cuatro años, parece haber desaparecido por las guerras y ataques yihadistas de 2015. En palabras del prologuista Javier Martín, -las primaveras árabes han revelado que los actuales problemas de justicia social no pueden resolverse con las viejas fórmulas que dominaron la política del siglo pasado, como las de apoyar dictaduras (Egiptos) o desencadenar guerras (Libia). Es más, la frustración creada por el fracaso de esas revoluciones ha acelerado los procesos de radicalización (como el arraigo del Estado Islámico) y demostrado lo necesario y urgente que es el fin de ese siglo XX-.