Nicanor Parra viene a romper con un ordenamiento generacional y continuo de la poesía chilena y latinoamericana del siglo XX --y con una manera de escribir poesía-- con una obra que, según los doctores de la ley, no debió haberse publicado. Poemas y antipoemas es el derrumbe de un alquímico lenguaje de pequeño dios en beneficio de la exaltación de otro nuevo o recuperado de lo cotidiano, que evidencia que el poeta es un hombre como todos, llamado a decir --contar y cantar-- las cosas por su nombre.