Resumen | Esta investigación es un esfuerzo exploratorio por esclarecer el lugar memorativo como forma simbólica orientada a tramitar el recuerdo y el olvido de un acontecimiento en el seno del mundo público, entendido este como el mundo compartido con el extraño. En otros términos, es un esfuerzo por establecer lo que permite que un lugar pueda agenciar la memoria de un acontecimiento objetivándolo y subjetivándolo de manera simultánea. no con base en un relato o una narración (o no fundamentalmente), sino con base en la presencia misma de quienes lo ocupan o lo utilizan, lo cual involucra los cuerpos, las disposiciones corporales y espirituales, la hexeis, en últimas, los habitus. Estos habitus, procedentes de las corrientes de la vida cotidiana, son los que, en su simpatía, en su sensibilidad al contagio o la imitación, pueden vincular a los individuos con el lugar y con las prácticas sociales propias de este haciendo posible que lo mnemónico trascienda en anamnesis. Para que la relación contagiosa o imitativa pueda suceder se requiere que el lugar memorativo como forma simbólica desate la ficcionalidad, entendida no como algo opuesto a la factualidad, tampoco como un recurso retórico o un efecto únicamente performativo, sino Como el resultado de los modos de comunicación de lo mate rial-objetual, lo sensorial-mental y lo social metafísico. En este sentido se entiende la ficción como el efecto de la concurrencia de lo creído con lo creado y su poder, que hemos denominado el poder ficcional, el poder simbólico específico de las formas sim bólicas, como el que deriva de la capacidad de fusionar la creencia con la creación, tanto como para que pueda derivar un acontecimiento, positivizarlo incluso, en la condición de cosa. icono, signo, alegoría, figura o símbolo, con todo lo que ello implica en términos de su preservación, su transmisión y su asimilación. |