Las afirmaciones del tipo «matar está mal» o «Pedro debe responder por el mal causado» suelen ser sometidas a escrutinio exigiendo su justificación. Según una concepción arraigada en el terreno práctico y que se denomina «universalismo», los juicios o acciones prácticas están justificadas sólo si constituyen el seguimiento o aplicación de un parámetro, regla o principio de cierto tipo. El universalismo es objetado de dos maneras. Por un lado por el escepticismo; por el otro por el particularismo, para el que puede hablarse de acciones o afirmaciones justificadas aunque no impliquen la aplicación de un principio o regla.