Este libro estudia un conjunto de escuelas chilenas que han logrado generar procesos de mejoramiento educativo y sostenerlos en el tiempo. Para conocer sus historias, un equipo de investigadores, coordinados por el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE) y UNICEF, fue a entrevistar a directivos, profesores, alumnos y familias, conversar con sus comunidades, observar su trabajo en las salas de clases y sus espacios cotidianos de convivencia. Las historias que aquí se analizan muestran el esfuerzo de comunidades que aún deviendo enfrentar múltiples obsáculos intentan hacer de sus establecimientos mejores lugares para educar a los niños y niñas.