El nombre de Levinas se ha convertido en una referencia familiar para quienes se preguntan por la ética y la responsabilidad. Nacida de la experiencia trágica de los acontecimientos del siglo XX, su reflexión invierte la concepción clásica de las filosofías morales y de las filosofías del sujeto: la ética llega a ser la -filosofía primera-, y el sujeto sólo adviene a partir de la relación con el otro.