Se trata de la edición de dos de las obras claves del teatro clásico español y la literatura universal.
Segismundo, personaje emblemático, príncipe desconcertado, inmerso en un mundo de imágenes que no sabe a qué clase de realidad atribuir. Dos pálpitos lo asaltan: el de ser apenas un actor de un gigantesco y absurdo montaje teatral y el de la vida como un espejismo. De la misma manera se sobresalta el lector: como en la historia borgiana, Segismundo no es hombre, sino apenas un sueño que sueña que es soñado y nosotros, su metáfora.