LA TRAMA DE LA VIDA

CAPRA, FRITJOF

Los biólogos moleculares han descubierto los elementos fundamentales para la construcción de la vida, pero ello no les ayudado en su comprensión de las acciones integradoras vitales de los organismos vivos. Recientemente, ha ido emergiendo un nuevo lenguaje para la comprensión de los complejos sistemas vivos. Diversos científicos otorgan distintos nombres: «teoría de los sistemas dinámicos», «teoría de la complejidad», «dinámica no lineal», «dinámica de redes», etc. Sin embargo hasta hoy, hasta La trama de la vida, nadie había propuesto una síntesis completa que integrase estos nuevos descubrimientos en un mismo contexto, permitiendo con ello su comprensión por el lector común de modo coherente. En su bestseller internacional El Tao de la física, el autor yuxtapone física y misticismo para definir una nueva versión de la realidad. Ahora Capra da otro paso gigantesco, proponiendo un nuevo lenguaje científico para describir las interrelaciones e interdependencias de los fenómenos psicológicos, biológicos, físicos, sociales y culturales: la «trama de la vida». Así, en este nuevo libro nos ofrece una brillante síntesis de avances científicos tales como la teoría de la complejidad, la teoría Gaia y la teoría del caos, además de explicaciones sobre las propiedades de organismos, sistemas sociales y ecosistemas. La trama de la vida presenta apasionantes nuevas perspectivas de la naturaleza de la vida y abre caminos para el pensamiento interdisciplinario. «La mejor aproximación contemporánea a una visión unificada de la materia, la muerte y la vida... Una seductora invitación a redescubrir nuestro lugar en el conjunto del universo» (Jordi Pigem, La Vanguardia). «Este libro de fácil lectura será la delicia de todos aquellos heterodoxos que existen dentro de cualquier pensamiento» (Pura C. Roy, Leer). «Un libro recomendable para científicos excesivamente propensos a pensar sólo desde su ámbito académico, pero es también una guía para perplejos con bachilleratos tempranamente obsoletos» (Fernando Parra, El País).