esta autora abreva de la más honda tradición de la poesía moderna y contemporánea para conformar una voz propia, una voz que suena a ausencias, a pérdidas, a nostalgia -incluso de lo que nunca se tuvo-, y sin empacho ni miramientos se toca las llagas y arma sus sueños con su poesía. ernst jünger, autor del prólogo, le dice a helena paz: usted esparce los poemas como un ramillete de flores al deshacerle el lazo... también el poema suelto es un ramillete. el poema entreteje palabras e imágenes. no tanto de manera lógica como por intuición. no hace falta que el o la oyente sean conscientes de que concuerdan: surten efecto por su sustancia y armonía.