la isla del tesoro es sinónimo de emoción y libertad. robert louis stevenson apenas rebasaba la treintena cuando la publicó en 1881, y no podía imaginar que su creación se iba a convertir en un éxito que marcaría para siempre las vidas de varias generaciones de lectores, ni que jim hawkins y john silver el largo se convertirían en unos personajes tan míticos como los célebres piratas barbanegra o william kidd.
esta obra nos transporta a una infancia feliz y evoca todo lo que se espera de una novela de aventuras: tesoros escondidos, motines, tabernas, canciones, y olor a mar, pólvora y ron.