Nos encontramos, aquí, con un Foucault en primera persona, que reflexiona en voz alta sobre su manera de recortar un objeto de estudio y de forjar un método de análisis en cada proyecto; sobre su vínculo con el Partido Comunista y Louis Althusser; sobre sus largas estadías en el exterior (Suecia, Polonia, Túnez) en momentos significativos, como la guerra de Argelia y Mayo del 68; sobre las marcas que esas experiencias (la sociedad sueca hipermedicalizada, el encierro en Polonia, las revueltas en Túnez) dejaron en su obra y en su concepción de las luchas políticas