la lectura de la esencia del cristianismo es imprescindible para comprender la descendencia moderna de su autor. el influjo de esta obra, a cuya «fuerza liberadora» se refirió f. engels y cuya aportación, un claro precedente de la teoría de la «ideología», fue saludada con entusiasmo por k. marx, se extendió también a pensadores como a. schopenhauer o f. nietzsche, y alcanzó a teólogos posteriores como k. barth o r. bultmann. en palabras de j. o. osier, «estas distintas filiaciones hacen de feuerbach un lugar central de nuestra buena o mala conciencia, esto es, de nuestra inconsciencia».