Las leyendas en las que se basa el poema épico de Gilgameš, transmitidas durante más de dos mil años y difundidas por un área que abarca desde Mesopotamia a Anatolia y desde Palestina a Irán, se fueron enriqueciendo continuamente con situaciones y personajes, llegando a convertirse en una auténtica síntesis de la cultura del mundo oriental anterior a la cultura griega. El heroísmo y el amor, el dolor y la amistad, la gloria y el destino, todo aquello que era importante y significativo para el hombre oriental, encontró un eco en la figura de Gilgameš y su epopeya.