FINEGLASS

BAYER, TULIO

solo el maniqueísmo en el que nos educaron tendió un abismo entre las infinitas posibilidades que presenta la sexualidad humana. sin esta diversidad, en todo sentido, los hombres no hubiéramos ocupado el primer puesto entre los animales y hubiéramos reducido el amor a lo que san bar pretendía reducirlo: un agujero sagrado cuando se utilizaba para la reproducción de la especie, dentro del matrimonio católico. para mi es perfectamente obsceno este punto de vista. torpe. ofensivo. gracias a andré gide yo aprendí a respetar la diferencia. en la alta clase social es el buen éxito y la cuenta bancaria lo que le otorga carta de ciudadanía al homosexualismo… los mas liberales admiten que, excepcionalmente, en la práctica, un hombre puede llegar a ser femenino como se lo permitan sus ingresos, o su gloria de artista; y una mujer puede liberarse, tomándose mas o menos varonil, si se apoya en tolerancia y en la pusilanimidad de un marido legitimo o en su personal cuenta bancaria.