"Para el crítico de cine, el lenguaje cinematográfico, como driría Nietzsche, hace parte de su inocencia, es decir, de un saber espontáneo y natural adquirido gracias a un proceso de aprendizaje que ha durado muchos años. Para un espectador aprendiz el cine sigue siendo un lenguaje complejo que, por lo tanto, debemos ocuparnos de enseñarle a comprender. No obstante, ver cine sigue siendo una actividad lúdica y democrática: entretiene y acepta todas las lecturas. Como herramienta pedagógica debe permitir mejorar las competencias audiovisuales porque estudiar la imagen cinematográfica es un propósito que supera la pura diversión." Miguel Ángel Manrique.