estos relatos no llenan los cánones de la literatura convencional pero son coherentes en el espacio y en el tiempo. aunque mezclados con ficciones, cuentan anécdotas y aventuras propias y ajenas, a veces con personajes cuyos nombres han sido cambiados, a veces con sus nombres reales. no son más que la narración de vivencias simples en las que se acude al habla paisa, mezcla de arcaísmos del más puro castellano y de aforismos, refranes y exageraciones que han sido orgullo de nuestra forma de comunicarnos durante más de un siglo, voces que se han ido perdiendo por la desculturización y que ahora pretendo revivir.