nunca había sido tan urgente encontrar un camino, una senda que nos lleve a otra parte, porque la que transitamos actualmente nos conduce al despeñadero. y es allí donde el misántropo nos deja en su testamento las claves para estremecer nuestras conciencias, en un postrer esfuerzo por buscar que enredamos nuestra pertenecía al universo y que la salida no está en seguir pretendiendo que lo dominamos,que somos sus amos y señores , sino en reconocer su grandeza y vivir en consonancia con él, a través de otrasformulas, de otros rumbos, de otros sistemas de organización social que puedan llevar honrosamente el calificativo de humano.