A la desaparición del Imperio austrohúngaro en 1918 alude el título de -El crepúsculo de un mundo- que Franz Werfel diera en 1937 a una antología de sus mejores relatos. En ella, revivía el ideal de una Europa cívica, multinacional y refinada, donde una misma humanidad, sin distingos de sangre, confesión religiosa o cuna, compartía el mismo escenario. En el presente libro se presentan dos de estos maravillosos relatos, sobre una época completamente desaparecida.