thomas mcnulty, un jovencito irlandés víctima de la hambruna que azota su país, viaja a estados unidos y se une al ejército que combatirá a los nativos americanos y a negros en cruentas guerras, como la de secesión. la narración de mcnulty está llena de detalles violentos y mantiene una marcada empatía con los aborígenes, pero también se escucha el eco de su voz que reclama un espacio para él y el amor de su vida: john cole. días sin final se puede considerar como la construcción de una particular idea de familia, que muchos considerarían disfuncional pero que barry describe como algo natural y armonioso, perfectamente plausible. el que thomas y john cole adopten a una niña sioux a mediados del siglo xix y en el salvaje oeste nos sirve para entender que se oponían a adaptarse a las convenciones de su época, como si ambos hubieran aprendido que vivir es un acto de resistencia.