Esta es una obra clásica para entender el delito juvenil más allá de prejuicios estigmatizadores. Autor de culto por su originalidad para abordar el tema, David Matza cuestiona los supuestos de la criminología y la sociología, que tienden a presentar a las personas que infringen la ley como si fueran seres de otro planeta, a dar por sentado que hay una subcultura delictiva aislada por completo de la -cultura convencional-. Por el contrario, quienes delinquen comparten muchos de los valores de esta cultura y alternan los episodios delictivos con acciones tan comunes como la concurrencia a la escuela y la vida social o familiar. Es decir, no están condenados a delinquir todo el tiempo.